El valor de tu compañía
- Bonooq by Aide Montilla
- Jan 19, 2018
- 2 min read
Updated: Jan 10, 2021

Existen personas que llegan a tu vida con cierto propósito, al menos eso dice la gente.
Mientras existen otras cuyo “propósito” en tu vida parece ser incierto. Hablo de esas personas que llegan (no se sabe de dónde) o aquellas que si sabemos de dónde vienen y que peor aún sabemos que no tienen cabida en nuestro espacio pero aun así insistimos en tenerlas presentes aun en contra de su propia voluntad.
He llegado a creer que no existe aquello de que hay personas que vienen a enseñarte una cierta lección, esa que posiblemente nunca entendamos o mejor dicho no nos dé la gana de entender (siendo francos).
Sinceramente no estoy de acuerdo con el asunto de que hay personas pasajeras en nuestras vidas, esas que vienen solamente a “enseñarnos¨ o peor aún a ¨mejorarnos¨ (no logro entender como nos van a mejorar pero dejémoslo ahí por ahora), individuos que entran en nuestro espacio más sagrado y personal y se quedan por un tiempecito, un tiempito o un tiempazo.
Personas a las cuales les damos (en una bendita bandeja de plata) el poder de moldear nuestras emociones, actitudes, gustos e incluso hábitos (si, hábitos) pues gracias a dejarnos arropar por aquello que sabemos de antemano que nos dejara pasando frío en pleno invierno cambiamos y soltamos las formas más comunes de nuestro diario vivir; nos obsesionamos con darles no solo permiso sino más bien un pase permanente a individuos(as) que no nos aportaran ABSOLUTAMENTE nada a nuestro diario vivir.
Es algo así como tomar un martillo y con toda la intención de darte en el dedo meñique… aja, dale imagínatelo… OUCH!
Y sabiendo lo que pasara porque insistes en abrirles la puerta? Acaso tu soledad amerita ser dotada de cualquier mala compañía…?
Comments