Querida Aidé (dos puntos)

Hablemos de eso que no nos atrevemos a contarle a nadie...

Este es el newsletter que se supone que saldría la semana pasada…

Intencionalmente inicio este newsletter con esa frase para que a ti que me lees (y a mí, porque ajá) no se nos olvide que, como esta vida es una sola, debemos vivirla a nuestro ritmo. Y es que debo confesar que, en una semana, esta idea cambió.

Y cambió porque soy una humana, llena de ideas (algunas más locas que otras), llena de emociones (que, créanme, vivo con intensidad) y aunque esto del newsletter no es para nada nuevo (porque soy blogger desde 2008), a nosotros los “escritores” a veces se nos dificulta sentarnos a E S C R I B I R. There, I said it, lol.

También no salió hasta hoy porque estoy practicando desacelerarme.

Vivimos en una era de prontitud, donde todo lo queremos para ya o para ayer, como digo yo. ¡De una vez! Huyendo. Desde adquirir algo que deseamos, hasta sanar. Uju, I said it again.

Vamos por la vida deseando que todo nos suceda de una: si le escribimos a alguien, que nos conteste de una vez; si lo llamamos por teléfono (para esos que aún hacen llamadas), que conteste al primer timbrazo; ordenamos por Amazon porque no tenemos el tiempo de ir de tienda en tienda (como hacíamos antes) a ver en cuál encontramos eso que necesitamos; en fin, vivimos a mil.

Y en ese afán de vivir a mil, nos estamos perdiendo de la vida en sí.

Hoy, mientras caminaba de regreso a casa, encontré a tres señores de la tercera edad sentados en la acera. Al cruzar, escuché a uno decir:

-Na, yo no le cogeré eso.

A lo que el otro le respondió:

-Oye, deja de cogerte la vida tan apecho. Que nosotros no somos más que una saliva en el piso y estamos en esta vida de paso.

Y se pueden imaginar cómo yo quedé…

Ese señor, que debía estar en sus 70 y pico largos, me dio la enseñanza del día: todos (sí, todos) en alguna ocasión hemos escupido una que otra saliva. Piensa en el tiempo que le toca secarse. Puede que una seque primero que la otra, pero al final tu saliva en el piso secará.

Así mismo es la vida. Todos nacimos y, de igual modo, todos tenemos fecha para morir. Unos se van adelante, otros más atrás. Pero a todos nos tocará algún día.

Entonces, partiendo de saber eso, yo me pregunto ¿por qué rayos vamos por la vida queriendo llevárnosla por delante? ¿Huyendo como si fuésemos detrás de algo más importante que vivir?

Este newsletter nace de ahí: de mi necesidad propia de desacelerar y sanar; de hacer aquellas cosas que me llenen el alma y nutran el espíritu, desde no hacer nada (como hoy) hasta hacer mucho cuando así lo pida mi alma; así como hablar de esas que nos consumen por dentro y que no nos atrevemos a contarle a nadie.

Sera una conversación semanal, donde podrás enviar tus agobios y de forma anónima los hablaremos en grupo.

Espero leerlas en aide@bonooq.com Subject: Querida Aide

Recuerden que aún en los días más grises no estamos solas, nos tenemos una a la otra…

Con amor,

Aidé